Hagamos brillar a nuestro algodón
El Laboratorio Oficial de Calidad de Fibras incorporó desde el año 2022, el procedimiento de detección de diferentes tipos de contaminación de la fibra por fluorescencia UV (fenómeno de luminiscencia por luz ultravioleta en el campo visible), utilizándolo también para comprobar la existencia de fibras muertas o inmaduras.
Se ha comprobado que, dependiendo de las prácticas de cosecha, o de la regulación mecánica de la desmotadora, puede fragmentarse semilla durante el proceso y esparcir aceite de algodón en la fibra, contaminándola con riboflavina (vitamina hidrosoluble conocida como vitamina B2) junto con ácidos grasos, que reaccionan bajo fluorescencia UV.
Adicionalmente, diferentes tipos de materia extraña, afecciones fúngicas, y algunas pestes de insectos que infectan al algodón provocan esta reacción de fluorescencia al exponerse a la luz UV. En los almacenes, las bacterias y hongos que se desarrollan en ambientes húmedos y cálidos presentan habitualmente un color verde o amarillo fluorescente, también llamado «Efecto Mexicali».
Los cambios en la fluorescencia de la fibra también pueden ser motivo de un efecto de barrido en la tela. Esto ocurre usualmente cuando los algodones de dos campañas distintas son mezclados sin tener en cuenta sus rangos UV.
La contaminación es el principal tema de preocupación para la industria textil, y algodón Argentino debe crear su estándar de “Libre de contaminación”; para ello, es fundamental el esfuerzo unificado de la industria en la elaboración responsable de este producto.
Un eslabón que falla, afecta a toda la cadena, lo que se traduce en un perjuicio, no solo en el precio, sino a la imagen global de nuestro algodón.
Hagamos que nuestro algodón brille… pero por los motivos correctos.
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